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Por Diana Eichner/ maestra de yoga

Desde Ia perspectiva de Ia maternidad:

 

El trabajo de BodyMind Movement no es fácil de comprender. Entenderlo racionalmente es relativamente sencillo, pero sentirlo con el cuerpo es algo que requiere años de práctica. Yo me tardé mucho tiempo en darme cuenta que el toque –tocar el cuerpo de alguien con una intención-, era para mí como un lenguaje desconocido. El toque no es algo que puedas asimilar con la cabeza, lo tienes que sentir y sólo después lo puedes transmitir a alguien más.

 

Este nuevo lenguaje que voy aprendiendo poco a poco ha sido importantísimo en la relación con mi bebé. A través de mis manos le ayudo a entrar en contacto consigo mismo y a bloquear los estímulos externos. A escuchar a su cuerpo y a relajarse.

 

Ningún libro con consejos para la maternidad te puede explicar esto…

 

Desde la perspectiva del yoga:

 

El estudio de Body Mind Movement trasciende cualquier disciplina, su objeto es el movimiento del cuerpo en todas sus manifestaciones. Me parece que a veces en la práctica de yoga corremos el peligro de enfrascarnos en las formas especícas y perder de vista al cuerpo. Pero, ¿De qué sirve entrar a una postura de yoga si estamos alienados de las sensaciones y el lenguaje de nuestro cuerpo? La verdad es que muchas veces ignoramos lo que nos dice el cuerpo con tal de hacer una postura, de la misma manera que el maratonista bloquea el dolor con tal de llegar a la meta.

 

Creemos “avanzar” en la práctica de yoga, cuando en realidad estamos haciendo sólo formas huecas que alimentan al ego.

 

El trabajo somático me ha dado armas para no perder de vista lo realmente

importante: el estar presente en el cuerpo y que la práctica de asanas se vuelva una meditación en movimiento que me permita conocerme –en mente y en cuerpo- cada vez más profundamente.

 

Diana Eichner, maestra de yoga.