Conocer en mi cuerpo y en el de otras personas la experiencia de Bodymind
movement, me hizo profundizar en lo que implica la frase “habitar nuestro cuerpo”.
Antes, transité por deportes, danza, quiropráctica, psicología corporal, yoga, masajes con la intención de liberar antiguos dolores, mejorar mi postura, fortalecerme… en fin, buscaba que mi cuerpo “estuviera bien o lo hiciera bien” y justo el Bmm es diferente por eso, porque no busca algo en sí, ni pretende decirle al cuerpo cómo hacerlo, al contrario, se deja guiar por el cuerpo; más bien, abre opciones en las cualesinvita al cuerpo a estar presente y participante de nuevos modos en la vida. Sin duda, mi recorrido previo me ha sido muy útil y de algún modo, lo continuo, ahora sumándole las aportaciones de Bmm.
En mi práctica profesional, Bmm me ha ayudado a escuchar a mis pacientes con y desde mi cuerpo y a ellos, verlos de un modo más amplicado. Intento transmitir cómo sería distinto el miedo, las dudas y las ansiedades que sienten si se apoyaran más en la sabiduría y límites de su cuerpo. Diría que en mi consultorio, busco que la consciencia adquirida por mis pacientes encuentre soporte y sustento en sus cuerpos.
Sin duda, estas aportaciones a mi vida personal y laboral, se deben al encuentro cercano y humano de mi grupo de compañeros de la formación y al aliento y generosidad de mis profesores.
